El alojamiento compartido con otros estudiantes es común y popular. En la mayoría de los países hay anuncios en diferentes medios que frecuentemente incluyen el alquiler de habitaciones, apartamentos y casas. En este tipo de alojamiento los estudiantes se organizan para tomar el espacio y cada estudiante tiene su propia habitación, pero se comparten las zonas comunes y las responsabilidades de la vivienda. Las casas y apartamentos se pueden alquilar a través de un agente inmobiliario o de los dueños y pueden estar amoblados o sin amoblar. Los alquileres varían notablemente según la zona del país. Al alquilar una vivienda se suele pedir un mes de alquiler como depósito en caso de que el arrendatario cause daños a la vivienda. Si no se han producido daños, se devolverá el depósito al finalizar el contrato de alquiler. Si se decide alquilar una casa o un apartamento normalmente se debe firmar un contrato oficial con el arrendador, averiguar en cada país la documentación para poder tomar una propiedad en arrendamiento. Este documento, denominado contrato de alquiler establece las obligaciones del dueño (arrendador) y el inquilino (arrendatario) quienes son los estudiantes y que deben estar de acuerdo con las condiciones.